Muchas personas se encuentran como agujeros negros en el espacio y desde que los veo, cambio mi nave de rumbo para no dejarme atrapar hacia la nada. Ellos no se mueven, no quieren cambiar, sólo atraer y destruir.
Me rodea un optimismo inusitado, todo a va a salir bien.
Cada vez me desperezo más, quitándome los lastres y, curiosamente, los mayores pesos no me los he sacudido haciendo sino diciendo. No me doy golpes en el pecho proclamando sinceridad a los cuatro vientos, sino sujetando mi dedo corazón con el gordo, a modo de tirar un boliche y lanzando las impertinencias de los demás lejos de la vista.
Cuanto más me estiro, más insignificantes se vuelven. Nací para aprender, quiero vivir.
Un guiño sexy de parte de una homosapiens, más sapiens que nuca.
2 comentarios:
Así me gusta, tú sigue estirándote y haciendo por ti, por tu comodidad que es lo que debe importarte. Cambia el rumbo ante los agujeros negros, desplazate hacia la felicidad y a quién no le guste que mire a otro lado. Porque quien no se alegra de tu felicidad no merece estar cerca de ti. Sacúdete y sonríe.
Te quiero.
Tenemos que organizar una partida de boliche poniéndole nombre a los boliches con destino al gran agujero negro del olvido!! Gracias por ser tan sapiens!
Besos optimistas
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